Ruth Rivera, protagonista de la arquitectura moderna en México


19 de junio de 2025

Durante la conferencia del pueblo encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, la subsecretaria de Educación Básica, Noemí Juárez, presentó la historia de Ruth Rivera Marín en la sección Mujeres en la Historia. Destacó que fue una de las primeras mujeres en ingresar al Instituto Politécnico Nacional, particularmente a la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura.

Al iniciar su intervención, la subsecretaria recordó que el 19 de junio se cumplen 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en 1975 en la Ciudad de México. Señaló la relevancia de mantener viva esta efeméride y proyectar su significado hacia las nuevas generaciones.

El video proyectado relató que Ruth Rivera nació el 18 de junio de 1927 en la Ciudad de México. Hija del muralista Diego Rivera y la escritora Guadalupe Marín, creció en un ambiente artístico y político que marcó su trayectoria. Se tituló como Ingeniera Arquitecta en el IPN, siendo la segunda mujer en lograrlo, y desde joven mostró vocación por la docencia, impartiendo clases en diversas instituciones, entre ellas “La Esmeralda” y la carrera de Arquitectura del IPN.

Participó en destacados proyectos arquitectónicos junto a figuras como Enrique Yáñez, Pedro Ramírez Vázquez y Juan O’Gorman. También diseñó y construyó el edificio de “La Esmeralda” junto con Alejandro Gaitán. En 1959 fue nombrada directora de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble del INBA, desde donde impulsó la restauración de inmuebles históricos para su uso educativo y cultural.

Ruth Rivera también escribió sobre teoría y práctica arquitectónica. Fue cofundadora de la revista Cuadernos de Arquitectura del INBA y publicó textos que subrayan el papel social de la arquitectura. Para ella, el compromiso con la realidad social debía guiar la formación y el quehacer profesional. En sus palabras:

“corresponde al arquitecto, como individuo consciente, plantearse a sí mismo a qué intereses va a servir […]. El arquitecto actual tiene que estar ampliamente preparado, conociendo, internándose en su realidad social, para poder cumplir con la labor que de él se espera”.

La subsecretaria Juárez concluyó destacando la visión de Ruth Rivera sobre la Arquitectura Social, orientada a resolver necesidades cotidianas y a garantizar espacios escolares dignos. Gracias a su impulso, se construyeron cientos de escuelas básicas a bajo costo, en zonas urbanas y rurales, contribuyendo así al derecho a la educación como herencia viva de la Revolución Mexicana.