Las Mujeres en la Revolución Mexicana, protagonistas de la Transformación Social

21 de noviembre de 2024

Al conmemorar el 114 aniversario del inicio de la Revolución Mexicana en la “Mañanera del Pueblo”, en la sección “Mujeres en la Historia” que encabeza la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, presentó la historia de las mujeres que fueron precursoras, combatientes y defensoras de derechos en este trascendental proceso histórico. Desde las primeras voces críticas como Elisa Acuña y Juana Belén, quienes desafiaron al régimen porfirista desde principios del siglo XX, hasta las valientes acciones de Carmen y Natalia Serdán, las mujeres jugaron roles fundamentales en esta lucha por la justicia y la libertad.

Señaló que es fundamental destacar el papel trascendental que desempeñaron las mujeres en la primera revolución del siglo XX, desde las aulas hasta los campos de batalla, pues encabezaron luchas de carácter social, político y humanitario que marcaron un antes y un después en la historia de nuestro país.

Por ejemplo, mencionó que maestras como Guadalupe y Rosa Narváez, de Puebla, utilizaron los espacios escolares para promover el trabajo antirreeleccionista, desafiando las normas de la época. Paulina Maraver, también profesora poblana, se convirtió en una pieza clave como correo para Emiliano Zapata, asegurando que la información sobre los acontecimientos en Veracruz llegara al estado de Morelos a través de Puebla.

El papel de las enfermeras también fue fundamental. Ante la parcialidad de la Cruz Roja, que atendía exclusivamente a los heridos del ejército porfirista, Elena Arizmendi Mejía destacó al fundar la Cruz Blanca Neutral, cuya misión, bajo el lema “Por la Humanidad”, era brindar atención médica sin importar la afiliación de los heridos.

Recordó que las soldaderas desafiaron las convenciones sociales al participar directamente en los campos de batalla. Muchas asumieron una identidad masculina para salvaguardar su vida o acceder a mandos militares, lo que la historiadora Gabriela Cano ha denominado “travestismo estratégico”. El ejército zapatista fue el que más reconoció a las mujeres otorgándoles grados militares, como el caso de Rosa Bobadilla, quien llegó a ser coronela. Bobadilla, una mujer que admiro mucho, enfatizó la Subsecretaria, lideró a más de 1,500 hombres y participó en 168 acciones de guerra en el Estado de México. Cuando se le preguntaba por qué se unió al movimiento siendo propietaria mediana, respondía que lo hacía en solidaridad con aquellas mujeres que no tenían tierra.

No menos importante fue el liderazgo de las mujeres en la lucha feminista de la época. En 1916, mientras se desarrollaba la Revolución, en Mérida, Yucatán, se realizaron los primeros congresos feministas en México, donde las mujeres comenzaron a organizarse y a delinear una agenda para abordar los problemas que enfrentaban. Este esfuerzo demuestra que la lucha feminista en nuestro país tiene raíces profundas y forma parte integral de nuestra historia.

Juárez Pérez invitó a reconocer a estas heroínas que, desde diferentes trincheras, transformaron nuestro país y sus contribuciones nos inspiran a continuar luchando por un México más justo e inclusivo para todos y todas.

Finalmente, mencionó que una de las grandes herencias que nos dejó la Revolución Mexicana en nuestro país, fue la consagración del artículo 3° constitucional, porque como lo ha enfatizado la presidenta en distintas ocasiones, “la educación es un derecho y no un privilegio”, concluyó.