Elena Torres Cuéllar, maestra revolucionaria comprometida con México
14 de mayo de 2025

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó la Mañanera del Pueblo del 15 de mayo, en la que la subsecretaria de Educación Básica, la Dra. Angélica Noemí Juárez Pérez, presentó en la sección Las Mujeres en la Historia el caso de Elena Torres Cuéllar: propagandista revolucionaria, feminista, socialista, escritora y educadora. Al igual que cientos de maestras de su época, Torres Cuéllar concebía la educación como un compromiso ético, político y comunitario contra el analfabetismo, así como un medio para consolidar la unidad e identidad nacionales.
Aprovechando la conmemoración del Día del Maestro, la Dra. Juárez envió un afectuoso saludo a más de 1.2 millones de docentes de educación básica en México, expresando su admiración y respeto por su labor diaria. Antes de proyectar una cápsula informativa en video, la subsecretaria ofreció un breviario cultural sobre el origen de esta celebración, lanzando la pregunta: “¿Por qué se celebra el Día del Maestro y la Maestra el 15 de mayo?”. Explicó que fue el presidente Venustiano Carranza quien, en 1917, decretó esa fecha como conmemorativa, no por motivos educativos, sino en memoria de la toma de Querétaro y la derrota del Segundo Imperio de Maximiliano de Habsburgo. Así, se celebra a las y los docentes en un día significativo para la soberanía nacional.
La subsecretaria recordó que en entregas anteriores se ha abordado la historia de destacadas maestras mexicanas como Rita Cetina, Eulalia Guzmán y Elisa Acuña, pilares fundamentales de las revoluciones del país. También mencionó el papel trascendental de las maestras en las Misiones Culturales.
La cápsula destacó que una de las principales demandas de la Revolución Mexicana fue el acceso a una educación pública, gratuita y laica, derecho consagrado en el artículo 3º de la Constitución de 1917. En 1921, el presidente Álvaro Obregón fundó la Secretaría de Educación Pública (SEP) y designó a José Vasconcelos como su primer titular. Vasconcelos impulsó una cruzada nacional contra el analfabetismo, promoviendo la creación de bibliotecas públicas, la edición de materiales de lectura y la expansión educativa en comunidades rurales. En esta labor contó con el apoyo de maestras que habían participado activamente en la Revolución.
En 1923 se inició la primera Misión Cultural en Zacualtipán, Hidalgo. El objetivo de este proyecto era enseñar a las comunidades rurales saberes prácticos relacionados con el hogar, la agricultura, la higiene y la economía comunitaria. Con el tiempo, las misiones incorporaron otros conocimientos y fomentaron el intercambio de saberes entre pobladores y docentes misioneros. Su éxito fue tal que, en 1926, se creó la Dirección de Misiones Culturales, cuya titular fue Elena Torres Cuéllar.
La gestión de Torres Cuéllar se distinguió por su enfoque en el desarrollo cultural y profesional del magisterio, así como por su compromiso con el bienestar de las comunidades. Desde 1916, había promovido la educación Montessori en Guanajuato, y un año después fundó una escuela bajo este modelo para hijos de obreros en la colonia Itzimná, Mérida, Yucatán, donde impulsó una educación laica, normalista y mixta.
Durante la década de 1920, Torres Cuéllar integró un grupo de maestras que ocuparon puestos clave en la política educativa nacional: ella en la Dirección de Misiones Culturales; Esperanza Velázquez Bringas en el Departamento de Bibliotecas; Eulalia Guzmán en la Dirección de la Campaña Nacional de Alfabetización; y Julia Nava de Ruisánchez en la Escuela de Enseñanza Doméstica.
En 1927, los cursos para misioneros se enriquecieron con contenidos innovadores como juegos, deportes, gimnasia, fisiología, corte y confección, cuidados pediátricos, técnicas agrícolas, economía rural, jabonería, conservación de frutas, música y teatro, entre otros. A pesar de su impacto positivo, las Misiones Culturales enfrentaron una fuerte oposición de sectores ligados a la Iglesia Católica, que veían en los docentes rurales promotores del laicismo y las reformas estatales. Durante la Guerra Cristera (1926–1929), muchas maestras y maestros fueron víctimas de violencia. En 1932, las Misiones abandonaron su carácter itinerante para establecerse de forma permanente en escuelas rurales.
La participación de las maestras en las Misiones Culturales fue esencial para el desarrollo educativo y social del país. Ellas han sido clave en el despertar de conciencias, la mejora de las condiciones de vida y la lucha por la justicia social. Elena Torres Cuéllar y miles de sus contemporáneas entendieron que la educación es, ante todo, una responsabilidad ética, política y comunitaria.
Al concluir el video, la subsecretaria Juárez destacó que hoy en día, el 70 % de quienes imparten educación básica en México son mujeres. A ellas reiteró su gratitud y reconocimiento. Agregó que, aunque las Misiones Culturales se crearon en 1923, este valioso proyecto sigue vigente y ha superado ya el siglo de existencia, con resultados positivos. Por ello, expresó también su admiración a las más de 3,000 maestras y maestros que actualmente forman parte de estas misiones en todo el país.