Dolores Jiménez y Muro, la única mujer en la emblemática foto de Villa y Zapata en Palacio Nacional

28 de noviembre de 2024

Dolores Jiménez y Muro fue una activista, escritora, periodista, e ideóloga de la Revolución Mexicana, respaldó a Francisco I. Madero y Emiliano Zapata, y es la única mujer que hizo parte de la emblemática fotografía de Francisco Villa y Zapata en Palacio Nacional, tomada en diciembre de 1914.

Durante la Mañanera del Pueblo, encabezada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, presentó la sección “Mujeres en la Historia”, dedicada a Dolores Jiménez y Muro, quien escribió un proemio para el Plan de Ayala firmado el 28 de noviembre de 1911.

Hacia 1910, a los 62 años de edad, Jiménez y Muro fundó el Club Antirreeleccionista “Las Hijas de Cuauhtémoc”, que además de promover el cambio de régimen político exigía igualdad para las mujeres. Ese mismo año, fue llevada a la cárcel de Belén por participar en una manifestación contra el fraude electoral cometido contra Madero.

Tras recobrar su libertad se sumó a la Revolución y colaboró con un grupo clandestino en la formulación del Plan Político-Social del 18 de marzo de 1911, que proclamaba la protección a los indígenas, el reparto de propiedades usurpadas, jornada laboral de 8 horas, aumento de salarios para hombres y mujeres, voto libre y no reelección.

Emiliano Zapata invitó al estado de Morelos a los autores de este documento por considerarlos afines a sus ideas, y fue así que Dolores se sumó al zapatismo como propagandista, espía, contrabandista de armas y sirvió como agente confidencial del general Zapata en su marcha hacia la Ciudad de México.

Dolores también escribió un proemio para el Plan de Ayala, que acompañó las ediciones de imprenta de este documento fundamental de la Revolución Mexicana. Tras el golpe militar contra Madero en 1913, fue nuevamente encarcelada por sus críticas periodísticas contra Victoriano Huerta; luego de su liberación se reincorporó nuevamente al zapatismo, iniciando en los campamentos una intensa labor pedagógica para mejorar la educación del ejército libertador del sur y del pueblo de Morelos. Después del asesinato de Zapata en 1919, Dolores se mudó a la Ciudad de México, donde colaboró en las Misiones Culturales de la Secretaría de Educación Pública.

Dolores Jiménez y Muro, la Antorcha de la Revolución, murió el 15 de octubre de 1925, a los 77 años.

La subsecretaria de Educación Básica destacó la participación de las mujeres en las transformaciones de México, y también la labor fundamental de maestras y maestros, por lo que recordó la participación del profesor Otilio Montaño en la redacción del Plan de Ayala.