Ciudad de México, sede de la primera Conferencia Mundial sobre la Mujer

6 de marzo de 2025

En la Mañanera del Pueblo encabezada por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la Subsecretaria de Educación Básica, Angélica Noemí Juárez Pérez, hizo referencia a la Primera Conferencia Mundial sobre la mujer que tuvo lugar en la Ciudad de México en 1975, en el concepto que este junio se cumplirán 50 años desde que se llevara a cabo este evento.

 

Durante su intervención, la Subsecretaria mencionó que los antecedentes de la lucha de las mujeres por sus derechos datan de 1909 y 1911, en Estados Unidos y Dinamarca. También remarcó que, si bien esta primera conferencia que se llevó a cabo en México significó un antes y un después en la búsqueda de la igualdad de género a nivel internacional, es importante reconocer que fue una estrategia del gobierno de aquel entonces para dar una imagen de progreso y apertura, cuando en realidad la represión y el abuso en contra de los derechos humanos fueron instrumentos que caracterizaron a aquel sexenio. Aun así, es innegable la valiosa participación de colectivos como el Movimiento Nacional de las Mujeres, fundado en 1972, quienes vieron en esta conferencia la oportunidad de exponer sus demandas a nivel internacional.

 

En el video, se mencionó que, en junio de 1975, se realizó en la Ciudad de México la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer, organizada por la ONU, con la participación de delegaciones de 133 países y alrededor de nueve mil asistentes, principalmente mujeres. El objetivo fue analizar la inequidad de género desde una perspectiva global y proponer ajustes al Plan de Acción Mundial para que los gobiernos asumieran compromisos que impulsaran los derechos de las mujeres.

 

Simultáneamente, grupos feministas y mujeres de diversos sectores se reunieron en un foro paralelo para debatir temas como derechos sexuales, justicia social, igualdad económica y represión. Este foro fue más diverso que la conferencia oficial y permitió debates abiertos e informales.

 

Durante la Conferencia se observaron dos agendas distintas sobre las problemáticas que deberían de ser atendidas: las delegadas de los países de primer mundo priorizaron los derechos sexuales y reproductivos, la equidad salarial y la igualdad familiar. Por otro lado, las delegadas de países en desarrollo enfocaron sus demandas en la justicia social, la pobreza y la explotación.

 

No obstante, las organizaciones feministas mexicanas señalaron que el gobierno de México estaba instrumentalizando sus causas, debido a que el presidente Luis Echeverría designó al Procurador General de la República, Pedro Ojeda Paullada, como presidente de la conferencia, lo que varias asistentes calificaron como un insulto.

 

A pesar de las críticas y la opinión negativa de la prensa, el evento fue un punto de partida clave para que gobiernos de todo el mundo comenzaran a legislar y crear programas para combatir la discriminación de género, dejando en claro que las prioridades de las luchas feministas son diversas y persisten hasta hoy.

 

Para finalizar su intervención, la Subsecretaria mencionó que “la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer en México fue un evento histórico que marcó el inicio de un esfuerzo global para abordar las desigualdades de género”.

 

“Uno de los programas más importantes fue la adopción de un Plan de Acción Mundial que estableció metas concretas para promover la igualdad de género en áreas como la educación, el empleo y la salud, en el que se incluían recomendaciones para adoptar políticas específicas, como las creaciones de las Secretarías de la Mujer.”

 

“Hoy, casi 50 años después”, mencionó la Subsecretaria, “la lucha por los derechos de las mujeres continúa y la Conferencia de 1975, sigue siendo un importante recordatorio de la colaboración internacional y de la acción colectiva”.

 

“Las mujeres que participaron en este evento demostraron su compromiso con la justicia social y sentaron un precedente para nosotras las futuras generaciones, sin embargo, el camino todavía necesita redoblar esfuerzos para garantizar una igualdad sustantiva para vivir libres y sin discriminación”.