Rina Lazo, una mujer que no subestimó y trató de comprender la cosmovisión indígena


23 de octubre de 2025

  • Su obra culminante, “Xibalbá, el inframundo de los mayas”, se convirtió en el primer mural pintado por una mujer en el Palacio de Bellas Artes.

La subsecretaria de Educación Básica, Noemí Juárez Pérez, dedicó la sección “Mujeres en la Historia” a Rina Lazo,  pintora y grabadora guatemalteca que formó parte del movimiento del muralismo mexicano.

Durante la Conferencia del Pueblo, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum, Juárez Pérez proyectó una fotografía en la que aparecían dos mujeres de perfil, conversando frente a un mural de temática prehispánica. La subsecretaria preguntó al público si lograba reconocer a una de ellas, cuya historia ya se había tratado en una cápsula anterior. Aunque ofreció varias pistas —fue una de las primeras arqueólogas de México, historiadora, maderista que intentó recuperar el cuerpo de Madero tras su asesinato ordenado por Victoriano Huerta, y autora de un libro sobre el crecimiento del fascismo—, nadie acertó su nombre. Fue entonces cuando reveló que se trataba de Eulalia Guzmán.

La subsecretaria leyó un fragmento de un texto escrito por la propia Guzmán, donde la autora reflexionaba sobre la incomprensión de los europeos hacia el mundo indígena: “no pudieron o no quisieron penetrar con simpatía el íntimo pensar y sentir del hombre objeto de su conquista, ni menos comprender el sentido de su cultura en su totalidad y en sus variados aspectos. Interpretaron lo que veían y oían conforme a su propia mentalidad y acomodándolo todo a las propias formas de su cultura y juzgándolo todo a la luz de sus propios ilimitados conceptos, con una tendencia a subestimar cualquier manifestación de cultura y del individuo mismo”.

Si hubo una artista, una mujer que no subestimó y trató de comprender la cosmovisión indígena, ella fue Rina Lazo, quien nació en la ciudad de Guatemala el 30 de octubre de 1923.

En 1946, gracias a una beca, se trasladó a México para estudiar en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”. Aún no cumplía los seis meses de estancia cuando Diego Rivera la invitó a colaborar en su mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”. Así comenzó su trayectoria artística: preparando pigmentos, transfiriendo bocetos y pintando elementos que requerían gran destreza, como la naturaleza y la vestimenta de los personajes.

Fue a través de este trabajo que se sumergió en la historia del pueblo mexicano, pues siempre consideró que "hay que penetrar en la cultura de un país para pintarlo, para sentirlo, para expresar lo que uno quiere de ese país".

Poco después de su llegada, Rina conoció a Arturo García Bustos, alumno de Frida Kahlo, y pronto iniciaron una relación que se extendería por más de medio siglo, compartiendo no solo su vida, sino también anhelos artísticos y políticos.

En 1949, Rina pintó "Los cuatro elementos", su primer mural individual, y tomó la decisión de unirse al Partido Comunista Mexicano. Allí coincidió con otros artistas que, al igual que ella, defendían que el arte debía poseer un contenido social y crítico. Por encargo del partido, realizó murales en Temixco, Morelos, y en Atencingo, Puebla. En este último, retrató los abusos que el empresario estadounidense William Oscar Jenkins cometía contra los campesinos y obreros locales.

La denuncia fue tan directa que Jenkins llegó a enviar soldados para impedir que la artista terminara la obra. A principios de los años cincuenta, Rina colaboró nuevamente con Diego Rivera, esta vez en el mural "El agua, origen de la vida sobre la tierra", para los mosaicos del Estadio Olímpico Universitario de la UNAM.

También participó en el mural del Hospital La Raza, donde pintó hierbas medicinales prehispánicas basándose en el manuscrito de Martín de la Cruz de 1552. En 1953, la artista regresó a Guatemala acompañada de su esposo, Arturo García Bustos, quien había sido contratado para impartir clases de grabado. Un año después, Lazo demostró la profunda influencia que el muralismo mexicano había ejercido en su obra al pintar el mural al fresco "Tierra fértil".

Durante su estancia en Guatemala, Rina Lazo se relacionó con círculos de escritores, artistas y periodistas comunistas. Fue en ese entorno donde conoció a personalidades como Ernesto "Che" Guevara y el poeta Nicolás Guillén, y donde brindó su apoyo a la izquierda guatemalteca. Sin embargo, en 1954, un golpe de Estado auspiciado por la CIA forzó su regreso a México. A su vuelta, colaboró con Diego Rivera en la creación del mural de denuncia "La gloriosa Victoria".

Para esta obra, Rina no solo posó como modelo, sino que también actuó como asesora, aportando su testimonio directo sobre la intervención extranjera en Guatemala. En 1963, con el inicio de las obras del Museo Nacional de Antropología, Lazo ganó el concurso para replicar las pinturas de Bonampak.

Durante tres meses, trabajó en la zona arqueológica en la selva maya, calcando con minuciosidad 170 metros cuadrados de pinturas murales. Fue en este proceso donde logró identificar los minerales y las plantas que daban vida a los colores originales de la obra.

En 1996, el Museo Nacional de Antropología reconoció su profundo conocimiento y sensibilidad hacia la cultura maya invitándola a pintar el mural “Venerable abuelo maíz”. Inspirada en el libro sagrado Popol Vuh, Rina representó en él la creación del mundo, integrando también elementos fundamentales de la cosmovisión maya, como sus avanzados conocimientos astronómicos.
Su obra culminante, “Xibalbá, el inframundo de los mayas”, se convirtió en el primer mural pintado por una mujer en el Palacio de Bellas Artes. Lo concluyó tras casi una década de trabajo, apenas unos meses antes de fallecer el 1 de noviembre de 2019, a la edad de 96 años. Lazo se definía a sí misma como una artista mesoamericana. Ese transitar constante entre México y Guatemala a lo largo de su vida le permitió forjar una identidad de raíces comunes, profundamente arraigada en la cultura maya. Sin duda, fue la artista que supo conectar, a través de su obra, el pasado y el presente de un pueblo cuya esencia trasciende fronteras nacionales.

Al concluir el video, la subsecretaria expresó su admiración por el excelente diseño de la cápsula y aprovechó para reconocer la ardua labor del equipo del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), responsable de la producción de los videos para esta sección. Para finalizar, Juárez extendió una invitación a visitar la sala “Mujeres en la Historia”, ubicada en Palacio Nacional, donde el público puede admirar una obra de Rina Lazo.