Pita amor, artista transgresora de la literatura y cultura mexicana del siglo XX

5 de junio de 2025

En la Mañanera del jueves 5 de junio de 2025, encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la Dra. Noemí Juárez participó con la sección “Mujeres en la Historia”. En esta ocasión habló sobre Pita Amor, una mujer y escritora controversial que, con su particular forma de ser, estremeció el mundo de las artes. Antes de dar paso a la cápsula, la subsecretaria reflexionó sobre la figura de la poeta, quien, si de algo fue culpable, fue de ser auténtica.

Pita Amor expresó con ironía una letanía de sus propios defectos, una alabanza a su imperfección. No hizo oídos sordos a la sociedad que la cuestionaba; por el contrario, aceptó la crítica para conocerse y reconocerse como una transgresora. Escribió: “Soy vanidosa, déspota, blasfema, soberbia, adictiva, ingrata, desdeñosa, pero aún conservo la tez de rosa. Soy histérica, loca, desquiciada, pero a la eternidad ya he sido sentenciada.” Al finalizar la lectura, la Dra. Juárez dio paso a la proyección del video.

Guadalupe Teresa Amor Schmidtlein, conocida como Pita Amor, nació el 30 de mayo de 1918. Provenía de una familia aristocrática. Fue la menor de siete hermanos y creció en un entorno católico y conservador; sin embargo, desde pequeña mostró una actitud rebelde y una insaciable sed de libertad intelectual y emocional.

Pita Amor, quien apenas concluyó la primaria, escribía poemas con lápiz de cejas en boletos de tranvía y papeles de estraza. Sus textos causaron asombro en los círculos artísticos e intelectuales de las décadas de 1930 y 1940. Fue también modelo nudista para pintores y fotógrafos, y colaboradora en la revista Contemporáneos. En 1949, participó en la caravana de poetas mexicanas que viajaron a Veracruz para conocer a la escritora chilena Gabriela Mistral.

A través de la poesía, Pita Amor pudo expresar su volcánico mundo interior. Libros como Yo soy mi casa, Décimas a Dios y Todos los siglos del mundo muestran a una poeta que no temía hablar de sus conflictos religiosos, su miedo a la muerte, su angustia existencial ni de su estilo de vida libre, sensual, desafiante y excéntrico. Ese estilo, criticado con frecuencia, fue en parte responsable de que su obra literaria quedara eclipsada. En sus inicios, incluso se llegó a decir que el verdadero autor de sus textos era Alfonso Reyes, su amigo, pues se creía que una mujer con una vida social tan activa no podía escribir con tal profundidad.

Su fuerte carácter y rechazo a las normas sociales la convirtieron en un personaje notable, pero también contribuyeron a su marginación. La muerte de su único hijo, la pérdida de amistades y de su patrimonio la llevaron al aislamiento, en una sociedad que nunca logró comprenderla del todo.

Pita Amor falleció el 8 de mayo del año 2000. Su vida fue el reflejo de una búsqueda constante de identidad y sentido: “Estos pies que de tanto caminar se han herido sin dar con el sendero.” No solo escribió poesía, sino que vivió poéticamente, con intensidad, dolor y desafío. Su voz sigue siendo una de las más potentes de la literatura mexicana: “Al decir casa, pretendo expresar que casa suelo llamar al refugio que yo entiendo que el alma debe habitar.”

Al concluir la cápsula, la Dra. Juárez señaló que la obra de Pita Amor es un ejemplo de cómo muchas mujeres han sido juzgadas a lo largo de la historia no por su ejercicio intelectual, sino por no cumplir con los mandatos del “deber ser mujer”. Afirmó que hoy, Pita Amor sigue siendo incómoda para muchos; no es casual que apenas en años recientes su literatura haya comenzado a ser valorada por su mérito, más allá del peso de los prejuicios que recayeron sobre ella en vida.